Estación San Alberto Hurtado Conoce un poco más de la estación San Alberto Hurtado y sus alrededores aquí
Durante agosto la Iglesia en Chile celebra el Mes de la solidaridad, la Fundación https://infoscout.cl Padre Hurtado, ha elaborado una serie de materiales para la reflexión, el trabajo comunitario, colegios e insumos gráficos que ponen a disposición de todos los interesados. La Corte Suprema chilena rechaza la reapertura del proceso por el asesinato en 1976 del diplomático español Carmelo Soria. El Parlamento Jordano depone al Rey Talal y designa a su hijo Hussein, de 16 años, nuevo monarca.
Que aporte hizo el Padre Hurtado a Chile
El cura de los pobres, como se le conoce al segundo santo chileno, estudió derecho en la Universidad Católica. En 1923 ingresó a la Compañía de Jesús e hizo el noviciado en Chillán. Fue ordenado sacerdote el 24 de agosto de 1933 y desde entonces comenzó a trabajar por los más necesitados.
Su padre, Alberto Hurtado Baeza, era un comerciante, y su madre, Ana Cruchaga del Solar, era una mujer dedicada al hogar. San Alberto Hurtado profesaba el amor a Cristo allí donde estuviera, en sus escritos, en sus homilías, en sus conversaciones. Su vida fue un continuo expandir el «bonus odor Christi» [10], el buen olor de Cristo, en todo. El sacerdote no es sino la prolongación de ese amor de Dios que se sigue dando a los hombres en su Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo. Ser sacerdote es profesar ese amor trinitario, llevarlo a los hombres, mostrarlo con la confianza de quien sabe que lo que lleva entre manos es un don de Dios, con la responsabilidad de quien se sabe administrador, no dueño. En los días previos e inmediatamente posteriores a la canonización del P.
Pasaporte de Alberto Hurtado Cruchaga, 1924
- Mostró con su ejemplo que el sacerdote se puede santificar mediante el servicio, cuando lo realiza en comunión con Jesucristo.
- Sin embargo, en 1920 debió realizar el servicio militar extraordinario en el Regimiento Yungay (que se había trasladado temporalmente a Santiago), interrumpiendo por un tiempo sus estudios.
- Fue el mayor de tres hermanos y provenía de una familia modesta.
- El fundamento de ésta es la comunión de Vida que hay entre Cristo y los hombres en el Cuerpo Místico.
- Los santos guardan el equilibrio perfecto entre una oración y una acción que se compenetran hasta no poder separarse, pero todos ellos se han impuesto horas, días, meses en que se entregan a la santa contemplación.
- Hay que construir un nuevo orden social en el que todo esté al servicio del ser humano.
La misión de los jesuitas es una misión de justicia y reconciliación, que trabaja para que las mujeres y los hombres puedan reconciliarse con Dios, consigo mismos, con los demás, y con la creación de Dios. Luis Alberto Hurtado Cruchaga fue un sacerdote jesuíta chileno nacido en Viña del Mar el 22 de enero de 1901 y muerto en Santiago de Chile el 18 de agosto de 1952, conocido popularmente como Padre Hurtado, fundador del Hogar de Cristo. Desde su canonización, el 23 de octubre de 2005 por el Papa Benedicto XVI, es venerado como San Alberto Hurtado. Es considerado en Chile como Patrono de los Trabajadores y del Sindicalismo.
A través de su vida y su obra, Alberto Hurtado nos enseña que cada uno de nosotros tiene el poder de hacer un cambio positivo en el mundo. Su ejemplo nos inspira a ser personas comprometidas con la justicia y dispuestas a ayudar a los más necesitados. El legado de Alberto Hurtado también se refleja en diversas instituciones y organizaciones que continúan su labor en la actualidad. El Hogar de Cristo, fundado por él, sigue siendo una de las principales organizaciones de asistencia social en Chile. Además, su figura ha inspirado la creación de otras organizaciones y proyectos que buscan promover la justicia social y la dignidad de las personas. Además de su formación legal, Alberto desarrolló habilidades literarias y se destacó como escritor.
No tenemos bastante pan para todos los pobres, ni bastantes vestidos para los cesantes, ni bastante tiempo para todas las diligencias que hay que hacer. Nuestra misericordia no basta, porque este mundo está basado sobre la injusticia. Nos damos cuenta, poco a poco, que nuestro mundo necesita ser rehecho, que nuestra sociedad materialista no tiene vigor bastante para levantarse, que las conciencias han perdido el sentido del deber» (s26y09). Por el contrario, es precisamente la vida interior profunda la que debe mover a un cristiano a vivir en comunión con Cristo en cada momento y a servirlo en el hermano necesitado. «La meditación, la oración, la educación deberían mantener nos con los ojos siempre abiertos al dolor humano, con el corazón adolorido por sus sufrimientos» [15].
En 1995, los restos mortales del Padre Hurtado fueron trasladados desde la Capilla de las Bienaventuranzas, hacia este lugar ubicado en la zona central del Santuario. Es un sarcófago de piedra que contiene tierra traída de todas las regiones de Chile, como una manera de representar el cariño que le tienen las personas de todo el país a este hombre santo que fue siempre testimonio de la fe puesta en acción. De inmediato, se puso a trabajar como profesor en su alma mater, el Colegio San Ignacio. Allí se dedicó a orientar a los niños y jóvenes que buscaban salir adelante, sobreponerse a la miseria y encontrar un sentido para sus vidas. El colegio San Ignacio le dio una sólida formación católica y lo relacionó con la aristocracia santiaguina.
En el santuario se encuentran las capillas del Santuario y la del Perdón, el Altar mayor, la Virgen de la Explanada, el teatro y un museo donde se pueden encontrar pertenencias de las diferentes etapas de la vida de Alberto Hurtado. Además, está la camioneta verde, vehículo con el que el padre recorría las calles de Santiago buscando a los más desposeídos, a quienes llamaba “patroncitos”. Cuando Alberto tenía cuatro años, falleció su padre, dejándolos a él y a su hermano Miguel a cargo de su madre.
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